domingo, 27 de febrero de 2011

El árbol de Giovanna

Mi joven amiga Giovanna Cirianni me escribió a principios de noviembre para preguntarme si podía ayudarle a identificar la especie de un árbol que está plantado en la calle en la que vive, delante de su casa. A juzgar por las fotos que me enviaba, se refería a un individuo de origen tropical y de altura algo más que considerable cuya copa aparecía profusamente adornada con unas flores de un intenso color anaranjado. 
Me apresuré a desengañarla, diciéndole que si bien disfruto ver árboles y leer sobre ellos, averiguar el significado de sus nombres científicos y conocer sus características generales, mis conocimientos sobre el tema no van más allá de lo que corresponde a un aficionado. Le confesé, además, dos inconfesables lagunas: las coníferas en general y precisamente los árboles tropicales. Y es que con la excepción de algunas especies del norte de España (las que forman los fascinantes bosques de Asturias, que mayormente conocí en un jardín público que en cierto modo les servía de muestrario), lo que sé se circunscribe a la ciudad de México, y casi a la colonia en la que vivo. 
Consulté mi ejemplar de Árboles tropicales de México, de Sarukhán y Pennington, (UNAM y FCE, tercera edición, 2005), que reseñé en http://bit.ly/hYRDgi , pero no di con él, supongo que porque no es originario del país. Entonces se me ocurrió, y le propuse a Giovanna, abrir la consulta en Facebook publicando las fotos que acababa de enviarme y lanzando la pregunta al aire. Le dije que en el mejor de los casos de esa forma acabaríamos aprendiendo los dos. Picado por la curiosidad, sin embargo, y sin esperar a recibir su respuesta —que se demoró casi tres meses— entré en contacto con el botánico Pedro Tenorio, del Herbario Nacional, de quien tuve noticias por la red, para preguntarle cuál es la especie con la que convive Giovanna. 
Después de contarme que él mismo trabaja actualmente en una guía de árboles, me dijo que la especie de mi interés era la Spathodea campanulata, que en México llamamos “tulipanero africano” o “galeana”, y me mandó la ficha de la Wikipedia:

Spathodea es género monotípico de fanerógamas perteneciente a la familia de las bignoniáceas. La única especie es Spathodea campanulata, conocida como el tulipanero africano, árbol de la fontana, llama-del-bosque, llama Nandi, o meaito (Puerto Rico) y también caoba de Santo Domingo y gallito en Venezuela. En francés se denomina Tulipier du Gabon (tulipanero del Gabón). En México también se le conoce como Galeana. Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión para la Conservación de la Naturaleza. Crece hasta 7-25 m de altura, y es nativo de la zona intertropical africana. Se planta extensivamente como árbol ornamental en muchos países y es muy apreciado por sus flores muy bonitas, rojizas anaranjadas (raramente amarillas), campanuladas. La época de floración varía a veces en un mismo árbol, dependiendo de la insolación. Como es un árbol de las zonas equinocciales donde se dan dos días de sol cenital al año (solo uno en los trópicos), una parte de la época de floración los rayos solares inciden al norte y otra al sur del árbol y la floración coincidirá con esta característica. De madera suave, usada para nidos de aves. El brote floral es ampollado y contiene agua. La savia a veces tiñe de amarillo los dedos y la ropa. Las flores abiertas tienen forma de copa y almacenan agua de lluvia y de rocío, siendo atractiva para muchas especies de aves. El nombre del género proviene del griego, σφατηε, en referencia al cáliz parecido a una espada.


Pensando en dar tiempo a Giovanna para que decidiera la manera de llevar a cabo la consulta, decidí no mandarle de inmediato la respuesta de Pedro. Me parecía interesante esperar a ver qué rumbo decidía dar al asunto la inteligente adolescente. Mi paciencia rindió frutos una tarde de fines de enero, cuando recibí este meil:

Fernando: encontré el árbol que te decía, el de las flores anaranjadas. Se llama tulipán africano. Lo encontré porque fui de vacaciones a Zihuatanejo. En las carreteras de Guerrero vi varios, así que mi mamá les preguntó a las personas del lugar y le dijeron que tulipán holandés. Jajajajaja. Pero llegando a México, buscamos en Google convencidas de que podría ser un tipo de tulipán, pero tailandés o de algún país tropical. En las opciones al buscar “tulipán” salía holandés y otros tipos, entre ellos, el africano, nombre que nos llamó la atención. Le clickeamos para ver las imágenes y salió la foto del árbol que está en frente de nuestra casa. Saludos. Giovanna

Entonces le conté de mi encuentro virtual con Pedro y le mandé la ficha que éste me había mandado. Su diagnóstico y el de nuestro nuevo amigo botánico coincidían, así que la consulta quedaba resuelta. 
Pero la cosa no termina allí. Cuando hace menos de medio año confeccioné para la revista Algarabía una lista de diez especies comunes de la ciudad de México (http://bit.ly/bSTUI2), dije que mi principal fuente documental era el libro Árboles de la ciudad de México, editado por la UAM en 1994. Hace quince días recibí en esta página un mensaje en el que una de sus autoras, Lorena Martínez, me informaba que hay un nuevo libro sobre el tema, editado por la Fundación Xochitla: Árboles y áreas verdes urbanas de la Ciudad de México y su zona metropolitana
La edición tiene por lo menos un par de novedades respecto a la que yo conocía: primero, que la autoría es sólo de Lorena, y segundo que el libro está ilustrado con fotografías de… ¡Pedro Tenorio! De inmediato la invité a ella a mi programa de radio para entrevistarla sobre esa edición y el resto de publicaciones y actividades de Xochitla, que se transmitió el viernes pasado. Al finalizar el programa, le pedí que le pidiera a Pedro alguna foto del tulipanero para este artículo —cosa que él hizo de inmediato—. Los textos de ella y las imágenes de él funcionan estupendamente en el libro común, que a vuelo de pájaro me parece una joya. Más adelante dedicaré un post para reseñarlo con el cuidado que se merece. Por lo pronto, gracias al interés de Giovanna, he conocido a un simpático árbol con una amplia gama de nombres: galeana, como se le conoce en México, pero también gallito o árbol de la fontana o llama-del-bosque o llama Nandi o caoba de Santo Domingo…

Coda
A punto de hacer un viaje, primero en mi coche hasta el lugar donde lo dejé estacionado para seguir en taxi, llevé conmigo la Guía de árboles de Grijalbo para ver rápidamente si incluía la especie a la que se refiere este post
Al final, no tuve tiempo de consultarla pero se me olvidó sacarla de la mochila y vino conmigo al lugar en el que escribo y en donde el árbol por cierto abunda —quizás como conviene a una especie declarada “invasora”—. Pese a los meses transcurridos desde el inicio de esta historia, sigue esplendorosamente en flor. Con la calma que merece el tema, leo que en África la madera del tulipero del Gabón, como aparece mencionado (ficha número 263), que recién cortada huele intensamente a ajo, se usa en la fabricación de tambores “tam-tam” y en prácticas de magia negra. Está considerado uno de los árboles más hermosos del mundo.

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La hermosa foto que abre este post (http://bit.ly/iik5L6 ) es de Nick Warner, Niquinho, de Oxford, Inglaterra. Su perfil y los muchos lugares del mundo en los que ha tomado fotos pueden verse en http://bit.ly/fcHpJj


Quien se interese en adquirir semillas del tulipanero africano, en http://bit.ly/f4WWrS las ofrecen a un precio razonable. Me gusta la argumentación del vendedor, que vive en Colima y lo llama galeana: “Siembre este árbol y divierta a sus peques con sus frutos en forma de barco de madera, les encantará —además de decorar su jardín con sus bellas flores. 25 semillas a sólo $100. Envío gratis a toda la república por Mexpost ordinario”.
La lista de las cien especies invasoras más “dañinas” del mundo puede verse en http://bit.ly/gemXqK


Las fotos del árbol, salvo la primera, que es de Giovanna, son de Pedro Tenorio Lezama y fueron tomadas en Guadalajara; su trabajo puede verse en “Plantae mexicanae tenorianae”, http://bit.ly/gJRWOe


Más sobre árboles y plantas en Siglo en la brisa:
Mi cuaderno botánico, http://bit.ly/acYY4W; el tejo de Bermiego, http://bit.ly/9NE36k

2 comentarios:

  1. En el libro editado por Fund. Xochitla, hay alguna referencia a Kees van Rooij?

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  2. Este árbol (la galeana o tulipanera africana) es muy cercano a mí, ya qur varios crecían cerca de mi casa durante mi infancia en Guadalajara. Todos los niños de la colonia conocían los capullos del arbol (de los que después salen las flores) como "meones" o "orinones" debido a que contienen (y en buena cantidad) un líquido fétido. Estos capullos también tienen una textura aterciopelada. No puedo contar la cantidad de veces que los usamos para bromas, ni cuantos de estos capullos estuvieron en nuestros bolsillos o bajo las suelas de nuestros zapatos en tremendos pizotones.

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