viernes, 21 de octubre de 2016

La hendidura del melocotón

Recordé el pasaje de Nabokov leyendo una de las primeras páginas de Birds, beasts and flowers, el libro de D.H. Lawrence que tanto le gustaba a Auden, específicamente en el poema dedicado al durazno: “Peach”. Aquí lo que dice Lawrence, seguido de una traducción, hecha para uso doméstico, de mi amiga Miruna Achim:

Why so velvety, why so voluptuous heavy?
Why hanging with such inordinate weight?
Why so indented?

Why the groove?
Why the lovely, bivalve roundness?
Why the ripple down the sphere?
Why the suggestion of incision?



La portada del libro de Lawrence, diseñada por él mismo

[¿Por qué tan aterciopelado, tan voluptuosamente pesado?
¿Por qué cuelga con ese peso excesivo?
¿Por qué tan hendido?

¿Por qué el surco?
¿Por qué la hermosa redondez bivalva?
¿Por qué la ondulación a lo largo de la esfera?
¿Por qué la sugerencia de una incisión?]

Al leer estos versos recordé el pasaje de Lolita en el que el profesor Humbert Humbert hace una referencia a esa fruta –"peach": melocotón, o alguna de la familia...–. Acudí a mi edición en español de la novela (Anagrama), en donde di inmediatamente con el pasaje ya que lo tenía señalado a lápiz. En esa traducción, sin embargo, el párrafo arranca con un giro coloquial tan deplorable que tuve que seguirme hasta mi edición en inglés. Aquí lo que escribe Nabokov:


“Wow! Look swank”, remarked my vulgar darling squinting at the stucco as she crept out into the audible drizzle and with a childish hand tweaked loose the frock-fold that had stuck in the peach-cleft –to quote Robert Browning.

Como sé que mis lectores apreciarán el gesto, reproduzco el pasaje en español. Tengo a la vista una traducción propia (también de Miruna y siempre para consumo interno) pero copio mejor la de Anagrama para ilustrar con un ejemplo inmejorable ese género de perlas en ofensivo castellano carpetovetónico que aparecen de cuando en cuando en las traducciones de esa editorial:

–¡Jo! ¡Parece la pera de fino!– observó mi vulgar amada, tras mirar de reojo la decoración de la fachada, mientras se lanzaba a la audible llovizna y con mano infantil soltaba de un tirón su falda, que se le había metido en la hendidura del melocotón (para citar a Robert Browning).


El problema, desde luego, no está en traducir una expresión coloquial como “Wow! Look swank” acudiendo para ello a algún equivalente en nuestra lengua. La misma Miruna ha vacilado entre las posibilidades que ofrece el español de México (asunto del que valdría la pena ocuparse en otra ocasión).
Nabokov
El problema, y grave, es la utilización de la expresión “la pera”; no me refiero a su fealdad intrínseca sino a su uso, como nombre de fruta que es, en el arranque de una larga oración cuyo sentido se encamina decididamente hacia la mención de otra fruta, “melocotón”. Un detalle así es suficiente para descalificar la traducción entera: en manos de alguien que es capaz de una torpeza como ésta, ¿en qué pararán los tesoros de una prosa cuajada de sutiles juegos de palabras, referencias e intertextualidades?
Pero vamos a lo importante. En mi edición en inglés, The Anotated Lolita, de Alfred Appel Jr., el pasaje está debidamente comentado. Afirma Appel que la referencia a Browning en realidad no es una cita, como dice Nabokov, sino una alusión a un pasaje de su pieza teatral en verso Pippa passes (1842). Juzgue el lector por sí mismo. Aquí, lo que escribió el poeta romántico inglés –seguido de nuevo de una traducción, siempre de Miruna Achim (1) (véase al calce de este post la aclaración que hace mi amiga sobre los versos que siguen):

 [[…] I inured myself
To see, throughout all nature, varied stuff
For better nature’s birth by means of art.
With me, each substance ended to one form
Of beauty – to the human shape]
On every side occurred suggestive germs
Of that –the tree, the flower–or take the fruit–
Some rosy shape, continuing the peach,
Curved beewise o’er its bough; as rosy limbs,
Depending, nestled in the leaves; and just
From a cleft rose-peach the whole Dryad sprang.
[…]
El poeta Robert Browning
[Para mí, toda materia tendía hacia una forma
De belleza – el arquetipo humano.
Por todos lados se asomaban gérmenes insinuantes
De eso– el árbol, la flor – o bien el fruto –
Alguna forma rosada, completa el durazno,
Combado como abeja sobre su rama; como piernas encarnadas
Colgando, anidadas entre las hojas; y justo
De la hendidura de un durazno rosa brotó la Dríada entera.]


La frase que Nabokov pone en voz de Humbert, cuando dice inolvidablemente que Lolita soltó “con mano infantil […] el pliegue de su falda metida en la hendidura del durazno”, ¿es creación suya? Con las pruebas que tenemos a la vista, no queda más remedio que decirnos que sí.

––––––––––––––––––––
(1) Me escribe mi amiga historiadora, a propósito del fragmento de Browning: "En realidad, en este pasaje (porque no es una estrofa, sino parte de un poema mucho más largo, en forma de diálogo), el personaje está hablando sobre cómo diferentes formas que se asoman en la naturaleza le sugieren (son gérmenes de) escenas o esculturas… en este caso, de los fragmentos de duraznos, va imaginándose ninfas y piernas… figuras lánguidas de ninfas… escenas mitológicas. O por lo menos, esto me parece.  Es un poema sobre la creación artística, comparando la poesía con la escultura. Lo empiezo dos líneas antes, porque tiene más sentido."

Las fotos del durazno son mías; tomo el resto de diversas fuentes de Internet.

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